Cinco etapas clave para captar donantes solidarios y fortalecer la participación en colegios internacionales.
Descubre cómo fomentar y obtener el apoyo financiero y comunitario en instituciones educativas. Conoce las estrategias efectivas y las etapas esenciales para captar donantes solidarios y lograr la transformación y desarrollo de una entidad educativa de impacto.
CONTENIDO:
Desafíos y factores a considerar
Estrategias efectivas para generar apoyo
Personalización del plan de recaudación de fondos
Conclusiones
Al buscar formas de generar apoyo financiero y comunitario para una institución educativa, surge una gran pregunta: ¿Cuál es la forma más efectiva de hacerlo? Realmente no existe una receta para un plan eficaz para fomentar y obtener la participación de los donantes; muchos elementos deben ser tomados en consideración, especialmente en los colegios internacionales. El país y su cultura de filantropía, la campaña misma y las regulaciones gubernamentales pueden influir en la estrategia de recaudación de fondos y su resultado. Es imposible exagerar la importancia de internalizar la razón que motiva a las personas a donar. Hay muchas razones posibles para que alguien haga una donación a una institución u otra, pero al final hacen su aporte porque quieren marcar la diferencia y ser parte de la transformación y desarrollo de una entidad educativa que impacte positivamente a sus estudiantes y, como resultado final, a la sociedad.
Deseamos compartir las estrategias que han funcionado en nuestra experiencia en el área esperando que el lector encuentre aspectos que puedan ser replicados o mejorados en sus propias comunidades.
Sugerimos concentrar la atención en cinco etapas básicas para captar donantes solidarios:
Construir el caso
Involucrar a voluntarios
Identificar los posibles donantes
Solicitar el apoyo económico
Dar seguimiento a los donantes
Primero, construir el caso implica conocer cada detalle y característica del proyecto, anticipar las posibles inquietudes que puedan surgir y preparar las respuestas. En este proceso se definen las metas, el propósito del programa o campaña y cómo se utilizará el dinero recibido. Es conveniente señalar los aspectos específicos de cómo recibir un apoyo económico beneficiará la experiencia educativa de los estudiantes, ya sea mejorando el programa académico o las instalaciones.
Una vez establecidos los objetivos, procede involucrar a voluntarios miembros y relacionados a la institución para que ayuden a lograr las metas establecidas. Un comité de padres, por ejemplo, es un recurso poderoso y valioso para colaborar en la identificación de donantes potenciales y abrir las puertas para coordinar una cita con éstos. Los egresados de la institución suelen ser también aliados ideales para formar parte del equipo de voluntarios. Se recomienda encarecidamente la participación de uno de estos voluntarios en todas las reuniones con el posible donante. Es vital establecer objetivos específicos y medibles para el equipo de voluntarios de modo que al final del año académico se reconozca y agradezca su trabajo. De igual manera, se deben abordar y definir los compromisos de confidencialidad del equipo con la institución.
La tercera fase del proceso es identificar los posibles donantes. Para ello se hace una sesión de lluvia de ideas con los voluntarios participantes donde se decide las personas o empresas a contactar luego de investigar sobre su historia filantrópica– las causas que normalmente apoya, la alineación con el proyecto que se les presentará, asi como la capacidad y afinidad para donar. En este punto también es importante determinar el monto a solicitar a cada donante potencial; esto definirá la cantidad de donantes necesarios para alcanzar la meta.
Una vez se cuenta con una robusta lista de donantes potenciales, cada voluntario conecta al colegio con aquellos prospectos a quienes tiene acceso directo, para coordinar una cita, presentar el proyecto y solicitar el apoyo económico. La preparación para esta etapa requiere establecer límites claros de lo que se puede y no se puede ofrecer a cambio del apoyo a solicitar, así como las propuestas aceptables e inaceptables que se puedan recibir del donante. Durante este paso, es extremadamente importante dominar el arte de escuchar. Prestar atención a lo que dicen los posibles donantes durante la reunión y hacer las preguntas correctas para que hablen sobre nuestra escuela o programa, teniendo en cuenta que las personas recuerdan alrededor del 30% de lo que oyen y el 70% de lo que dicen. Una vez que se ha llegado a un acuerdo, se recomienda registrarlo por escrito, en un contrato lo más detallado y claro posible.
Por último, es buenas práctica dar seguimiento a los donantes. Buscar maneras de agradecer las personas y empresas que ofrecen su apoyo económinco; una idea es, al final de cada año enviar cartas de agradecimiento y evidencias que muestren el impacto de su donación y la diferencia que marca su contribución. Es escencial mantenerles informados del desarrollo de la escuela y los logros significativos de la comunidad de estudiantes y profesores para fomentar su fidelidad y futuras contribuciones. Al incluir imágenes o videos, debe darse prioridad a capturar momentos de la vida escolar mostrando siempre a los estudiantes en las aulas y espacios donde se desarrolle una experiencia de aprendizaje.
No existe una fórmula única para una campaña de recaudación de fondos exitosa; cada institución debe presentar su proyecto resaltando los elementos que lo relacionen con su misión y visión para poder identificar las empresas y personas cuyas prácticas y acciones de responsabilidad social demuestren estar alineados a los objetivos de la institución educativa que requiere el apoyo.
En resumen, generar apoyo financiero y comunitario en instituciones educativas requiere de estrategias efectivas, como construir un caso sólido, involucrar a voluntarios, identificar donantes potenciales, solicitar su apoyo y dar seguimiento. Personalizar el plan de recaudación de fondos y mantener la gratitud y comunicación adecuada son clave para el éxito en esta labor. Con compromiso y enfoque estratégico, es posible impulsar la transformación educativa y marcar una diferencia positiva en la sociedad.
Vielka Morales
Consultora especializada en desarrollo institucional
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